El Quemado - Juego

El Quemado - Juego

Antes de comenzar, confieso que fue Martin, Dogo Elocuente, nombre de Caza Baloo, y su señora Mecha, Colibrí Zagas, nombre de Caza Kaa, manada Cruz del Sur del Grupo Scout José Hernández de Don Bosco Quilmes, quienes en una mateada virtual nos contaban que de entre todos los juegos, aquel que más les gusta a sus lobatos y lobeznas es “El Quemado” y que si por ellos fuera solo jugarían a eso, bueno en mi grupo el juego más elegido es “La Tacita” entre los mayores, pero casualmente es el mismo en la manada Loba Blanca, y para ellos absolutamente todas las oportunidades siempre son buenas… ¡en fin!… Lo que faltaba era darle el Marco Simbólico, así que aquí les presento esta idea.

Y también Gracias a los aportes técnicos de Carlos Escalante, Yaguareté Servicial, en esta instancia formador de la Experiencia Programa 1 Lobatos y Lobeznas

 

Parte 1: El juego

 ¿Cómo se juega al Quemado? Es bien sencillo, se arman dos equipos con el mismo número de jugadores, lo normal es de 6 en cada uno. Luego cada equipo debe ubicarse en su lado del campo y los jugadores deberán “quemar” a los jugadores del equipo contrario arrojándoles pelotas. Se interpreta “quemar” cuando el jugador contrario es “tocado” por la pelota que se arrojó con la mano, mientras tanto, los jugadores pueden correr y moverse libremente dentro de “su campo” para evitar el balón o para arrojar el suyo. Si un jugador es “quemado” debe abandonar el campo y dirigirse al área de los quemados del equipo contrario, una vez allí si la pelota sobrepasa el campo del juego, este puede tomarla y arrojarlo desde fuera, si logra “quemar” a algún jugador, digamos… distraído, entonces podrá volver a la vida y regresar de nuevo a su lado del campo de juego. Si ya lo entendieron, es fácil saber que el fin del juego es esquivar la pelota y por supuesto el objetivo del mismo es fomentar el trabajo en equipo.

Muy importante. La zona corporal para quemar, se recomienda de la cadera para abajo, queda completamente prohibido quemar en la cara y en el pecho por las chicas. Tampoco se puede quemar en la espalda, ya que al ser un juego de reacción, los jugadores están en constante movimiento.

No entiendo la palabra “Quemado”. Quemado es una palabra que la usamos en Argentina, pero en otros países o regiones se lo conoce como: cuarto quemo, balón tiro, balucón, ponchado, manchado, balón escondido, balón prisionero, macho parado, mata sapo, cementerio, campo quemado, campo muerto, mato-mato, delegado, y dodgebal cuya traducción es “esquivar la pelota”.

Reglas y variantes. Este juego es tan popular que las reglas suelen ser variadas dependiendo de dónde o porque lo hacen, por ejemplo algunos utilizan una única pelota y otros más de uno (para que sea más movido), algunos hacen como lo explique y otros cada vez que un jugador es quemado simplemente queda fuera del juego hasta que finalmente no quede nadie, otros partiendo de esta idea, si el que quedó en juego le da a un contrario puede “resucitar” a uno de los suyos (¿será por eso que le dicen “cementerio”?), y otros (sobre todo los profes de educación física), le suelen poner tiempo al mismo. Además, la gran mayoría usan un campo o cancha rectangular y subdivido pero hay algunos que usan un campo circular.

Los Campos de juego.

 

Parte 2: El Marco Simbólico

Los Perros Jaros o de Roja Pelambre

 Los perros jaros, o de roja pelambre, también conocido como Los Dholes del Dekkan,  es una narración  o cuento que pertenece a “El libro de las tierras vírgenes” de Rudyard Kipling. Aclaro esto para aquel que lo quiera leer, algo que voy a evitar aquí porque es irrelevante.

 Pequeño resumen del cuento: De tanto en tanto los perros jaros en manadas de 100 integrantes o más, atacaban e invadían territorios ajenos dejando solo muerte a su paso. Es por esto, y dado el peligro que representaban, que Mowgli junto a la serpiente Kaa idearon un plan para exterminarlos. El mismo consistía en hacer caer en trampa a los perros jaros y conducirlos hacia el rio, lugar donde en una de sus orillas descansaban las abejas, para que aquellos que no sean exterminados por ellas, lo sean por las siempre hambrientas aguas del rio.

A las abejas se los nombraba como el pueblo diminuto, y nadie, absolutamente nadie se metía con ellas, porque además eran conocidas como las siempre enojadas y no se sabía de aquel que al atravesárseles haya sobrevivido a sus picaduras.

¿Qué mejor momento que llegar justo cuando estas pequeñitas se disponían a descansar luego de un largo día de trabajo? Pues eso es lo que hizo Mowgli, pero él, previamente, se había frotado todo el cuerpo con ajos, que era un olor que las pequeñitas detestaban, para salvarse de ser picado también.

Esta es la escena, donde se relaciona al juego del quemado con las picaduras de las abejas, quienes enardecidas de odio porque le interrumpieron su momento de descanso se abalanzaron sobre todo lo que se movía, o sea los perros jaros, quienes sin tiempo de reparar en el error eran picados por muchos flancos, algunos ya llegaban muertos al agua, otros, aún vivos eran elevados al aire por la fuerza del enjambre y rematados allí, otros de pura suerte más algunos que tuvieron tiempo de entender el momento los esquivaron apenas, y sobrevivieron mal heridos, pero las abejas no perdonaron y los persiguieron incluso rio abajo por un buen trecho.

En esta escena, Mowgli se salvó, por que como ya lo había dicho, tenía un fuerte olor a ajo, olor que las abejas detestan y por eso lo esquivaron e ignoraron y porque en el rio lo esperaba Kaa, y como las serpientes nadan mucho más rápido que un hombre, fue ella quien lo ayudó a escapar nadando rio debajo de los perros sobrevivientes.

Finalmente los perros jaros fueron derrotados, pero esa ya es otra escena, y aunque es el mismo cuento, no nos corresponde. 

La Muerte de Akela 

Sin embargo, si leyeron hasta aquí, y les ha parecido un poco drástico, pueden usar la escena que viene justo después, pues narra cómo los perros jaros fueron derrotados por la manada del pueblo libre que a pedido de Mowgli los esperaba más abajo donde habrían de salir del rio. Pero, es en esta escena donde hay una parte particularmente triste dado que muere Akela. 

Hete aquí un dilema, un lobato o lobezna, no debe saber que muere Akela sino hasta que esté a punto o ya se haya ido de la manada al pueblo de los hombres.

Por eso esta escena, si se elige, correspondería al último juego de aquel que parte para simbolizar este triste instante que ahora ya lo sabe, y es tiempo de buscar nuevas aventuras.

El problema radica, en que los lobatos y lobeznas mas nuevitos no deben enterarse de esta noticia, al menos, no aun, y se sugiere separar a aquellos que parten y tal vez también a los que ya están a punto de, y explicarles por separado.

De más está decirles que esto es solo una sugerencia, la decisión de que, como, y si lo hacemos o no, es de Uds.  

Parte 3: El Recupero 

No pretendo ser el que les diga cómo hacer un recupero de la experiencia, pero he aquí algunas ideas que pueden utilizar si desean: 

·         ¿Te gustó el juego, te divertiste?

·         ¿Qué sentiste cuando te eliminaron, y cuando vos eliminaste a otro jugador?

·         ¿Te han dado momentos de enojo, deseos de quemar a alguien en especial, por qué?  

Parte 4: La Reflexión 

Nuevamente no pretendo ser el que les diga cómo hacer la reflexión, pero he aquí algunas ideas que pueden utilizar si desean: 

·         Cuándo molestan al maestro/a, al profesor/a, a otro niño/a o a sus padres, ¿que son, abejas, o perros jaros?

·         ¿Se han dado cuenta que a veces son Uds. los perros jaros cuando entran a todo correr, o de golpe, a una situación cualquiera sin medir las consecuencias de sus actos y luego cuando ya está hecho la macana o el embrollo y ya no hay retroceso ni forma de arrepentirse por la travesura que tal vez pudo ser evitada?

·         ¿Se imaginan como esquivar inteligentemente una determinada situación a la que sí o sí deben atravesar, de la manera como lo hizo Mowgli al frotarse con ajo todo el cuerpo para poder cruzar entre las abejas sin que estas lo toquen?

 

 

 


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